sábado, 24 de septiembre de 2011

Nada es por casualidad


¡Se puede creer, que es por casualidad, que la palabra Patria sea palabra vacía? ¿Quién la pronuncia hoy?. 
  Sólo aquéllos que quieren la independencia de un trozo de España, pero si alguien que no sean ellos la pronuncia, es un facha españolista.
¡Se puede creer, que es por casualidad, que la palabra Dios, tampoco tenga significado para una gran mayoría de españoles?
  Todo lo que diga la Iglesia, es criticable. Por el contrario pretendemos de una forma casi ridícula “La Alianza de las Civilizaciones”.
¿Se puede creer, que es por casualidad, que hoy una mujer mayor de 16 años, si dice que es virgen, puede ser la noticia cómica del día?
¿Se puede creer, que es por casualidad, que España sea el principal consumidor de cocaína y porros de toda Europa?
¿Se puede creer, que es por casualidad, que España sea el único país del mundo donde la bandera nacional, se esconde y sea motivo de mofa y falta de respeto, por la gran mayoría de los españoles, con el beneplácito de los gobernantes de turno? 
¿Se puede creer, que es por casualidad, que en un evento donde el Rey, el rey de España, sea el anfitrión, se estén repartiendo silbatos en las puertas, para montarle una pitada, cuando suene el Himno Nacional? 
¿Se puede creer, que es por casualidad, cuando en España las calles se están llenando de velos islamistas, a nosotros nos prohíben los crucifijos, que en su día ya utilizo D. Pelayo?
¿Se puede creer, que es por casualidad, que desde la TV se esté fomentando, la droga, la homosexualidad, el anticlericalismo, el aborto, la mala educación, el vivir del cuento, y que cualquier personaje inculto y zafio se encumbra a niveles insospechados, cuando la TV es la principal escuela pública de la Nación?
 
Yo creo que son muchas casualidades. Me considero un ciudadano normal, no soy ni moralista, ni lo pretendo, pero tanta casualidad no puede ser de generación espontánea. Ahí falta algo.
Yo diría que detrás está el director de esa orquesta. ¿Quién es...? Todos lo sabemos.

Y lo que es peor, ¿a quién le importa...?

 
 
 
 
                                                                          

No hay comentarios:

Publicar un comentario